El trabajo y sus retribuciones han cambiado mucho en las últimas décadas. El trabajo básicamente viene siendo algo que la mayoría de las personas hacen porque nos pagan. Si no nos dieran dinero a cambio, muchos no haríamos las tareas propias de nuestro empleo. Pero hoy en día la compensación de trabajadores ya no es solo una cuestión de dinero.
El mundo ha ido evolucionando de tal manera que, a día de hoy, no solo pensamos en el sueldo a la hora de definir si un trabajo está bien remunerado o no. Existen otros factores que se suman a la retribución monetaria como parte de esa compensación del trabajador a cambio de su trabajo.
¿Qué otros tipos de compensación para trabajadores existen?
Ya desde hace varias décadas la compensación de trabajadores dio un primer giro hacia otro tipo de beneficios más allá de un salario monetario. Las empresas empezaron a ofrecer otro tipo de atractivos para que sus trabajadores sintieran mayor apego por su puesto de trabajo. Por ejemplo: las retribuciones en especie, las compensaciones y beneficios estratégicos y el llamado ‘salario emocional’.
Vamos a ver en qué consiste cada uno de estos tipos de compensación para el trabajador.
Compensación económica
No hace falta explicar muy bien en qué consiste. Es la retribución en sentido propio de toda la vida. Trabajo a cambio de dinero.
Pero además del salario, existen otro tipo de retribuciones económicas que sirven para incentivar la motivación de los empleados:
- Pagas extraordinarias.
- Comisión por ventas y primas por objetivos.
- Reparto de acciones y dividendos como premio a la productividad.
Muchos empresarios piensan que apretarse el cinturón en la masa salarial de los empleados es la mejor manera de ahorrar gastos. Sin embargo está demostrado que una plantilla bien retribuida trabaja mejor y de manera más eficiente, generando mayores ingresos a la empresa.
Si sabes qué es emprender y piensas en montar una empresa (o ya lo has hecho), deberías de plantearte qué estrategia quieres llevar a cabo respecto a la compensación de trabajadores.
Compensación en especie
Antiguamente se entendía como el pago a través del producto o productos que vendía o producía la empresa. Pero este concepto ha ido evolucionando hasta hoy.
Dentro de las compensaciones en especie podemos incluir, entre muchos otros:
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- Precios reducidos en los productos de la empresa.
- Seguros médicos privados o fondos de pensiones privados.
- Vehículo de empresa.
- Acceso a formación dentro de la empresa.
- Tickets para el restaurante, tickets para la guardería.
Este tipo de compensaciones, aunque vienen reflejadas en las nóminas de los trabajadores, tributan de manera diferente. Por lo tanto, el trabajador no solo se beneficia del ahorro que le puede suponer este tipo de retribuciones, sino que además, sale beneficiado fiscalmente.
Compensación o beneficios estratégicos
Este tipo de compensación o beneficios son los más modernos, los que más tarde han llegado a la esfera de la compensación de trabajadores.
Se trata de beneficios que el trabajador tiene que generan apego e incluso, en cierto modo, agradecimiento. Cuando un trabajador está motivado y feliz con sus condiciones de trabajo, ya hemos dicho que es mucho más eficiente y realiza mejor su trabajo.
Estos beneficios estratégicos son, por poner algunos ejemplos:
- Flexibilidad horaria.
- Posibilidad de teletrabajar.
- Jornada de verano.
- Facilitar los días libres.
¿Qué conseguimos con esto? Fomentamos la conciliación familiar, que el empleado se organice en cierto modo a su gusto y que tenga más tiempo para disfrutar. Y ese tipo de cosas no las consigue solo el dinero.
Es lo que se llama el ‘salario emocional’: todos los métodos no materiales o económicos de compensación del trabajador.
¿Cuáles son las nuevas tendencias de compensación de trabajadores?
Como venimos diciendo, hoy en día las empresas han evolucionado mucho. Por supuesto que siguen existiendo empresas con métodos más tradicionales y que siguen la filosofía antigua del trabajador: vienes y haces tu trabajo, que para eso te pago.
Incluso algunas empresas con malos métodos en cuanto a condiciones laborales, utilizan el método de ‘untar con más dinero’ a sus empleados que quieren marcharse. Pero todo tiene un límite, y en muchos casos el empleado ya no quiere más dinero, quiere mejores condiciones.
El ejemplo de Google
Cuando hablamos de filosofía moderna en cuanto al funcionamiento de una empresa, siempre sale el ejemplo de Google. Los trabajadores de la multinacional americana van felices a trabajar.
¿Por qué?
Porque tienen un paquete de beneficios que lo que busca es la eficiencia de sus trabajadores, y eso implica:
- Salarios competitivos con los de la competencia.
- Flexibilidad horaria.
- Un entorno laboral corporativo y cómodo.
- Utilización de novedades tecnológicas para mejorar la experiencia de sus empleados.
- Fomento del desarrollo de sus trabajadores y explotación de sus talentos.
Cada vez más empresas imitan este modelo y curiosamente este tipo de empresas no van a la deriva, ni mucho menos.
El resumen es fácil: Empleado feliz = Empleado motivado = Empleado eficiente.
Conclusión: buscar el equilibrio para un buen salario emocional
Seguir la tendencia actual en términos de compensación de trabajadores parece lo más lógico y sensato. Hoy en día la gente cada vez se está dando más cuenta de que hay muchas cosas ahí fuera que no se quieren perder.
Las empresas deben apostar por ofrecer paquetes de salario emocional compensados a sus empleados. Y los ciudadanos cada vez buscan más este tipo de empresas.
Tras la pandemia del Covid-19 y el auge del teletrabajo, ha llegado una nueva era laboral. Existen multitud de ciudades para trabajar en España y cada vez más empresas ofrecen la posibilidad de trabajar desde casa o de forma mixta. Esto permite a la gente salir de las grandes ciudades metropolitanas y tener una vida más amable con la conciliación familiar y el ocio personal.
Es tarea de las empresas ver esta nueva necesidad, y tarea de los empleados hacérselo ver a las empresas.
Con una buena compensación del trabajador, todos viviremos mejor y más felices.