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Adicción al trabajo, síntomas

Actualmente, los síntomas de la adicción al trabajo se reflejan con mayor frecuencia en nuestra sociedad. Quizá hayas escuchado el término workaholic o adicto al trabajo y es posible que conozcas personas que se autodenominen de esta manera con orgullo, pero la realidad es que esto es una condición de salud mental que se caracteriza por involucrarse de manera compulsiva en el trabajo, lo cual puede acarrear consecuencias en otros aspectos de la vida.

A continuación, te hablaremos de la adicción al trabajo, síntomas, características, consecuencias y tratamiento para que estés prevenido sobre esta enfermedad mental y evites caer en ella o sepas cómo reconocerla en las personas que te rodean para poder ayudarlas.

 

¿Qué es la adicción al trabajo?

La adicción al trabajo es un problema de control de impulsos, una necesidad imperiosa de trabajar y asumir cada vez más responsabilidades en el ámbito laboral. Ser un adicto al trabajo es una adicción de comportamiento que tiene puntos comunes con la adicción a sustancias porque se trata de conductas que la persona no puede dejar de tener, a pesar de las consecuencias que le traen en su vida personal.

Esta adicción no se refiere a simplemente trabajar muchísimas horas, sino a la preocupación mental relacionada al trabajo. Se trata de una preocupación u obsesión problemática que se traduce en una alta inversión de tiempo y esfuerzo en las actividades laborales, descuidando otras áreas importantes de la vida.

Son adictas al trabajo aquellas personas que, por ejemplo, no pueden despegarse del teléfono y están hablando constantemente con clientes, proveedores o con sus superiores. Ser adicto al trabajo también conlleva no tener días de descanso ni momentos de desconexión mental.

 

Características de un adicto al trabajo

Las siguientes son las principales características que te ayudarán a identificar conductas de adicción al trabajo en ti mismo o en los demás y que te permitirán tomar las acciones necesarias para superarlas.

  • Pensar constantemente en el trabajo: un adicto al trabajo piensa obsesivamente sobre su desempeño en el trabajo y sobre el deseo de tener éxito y el miedo a fracasar.
  • Tener dificultades para tomar tiempo libre: estas personas buscan diferentes formas de trabajar al estar fuera del horario laboral a pesar de que no se requiera y experimentan estrés en situaciones en las que no pueden trabajar.
  • Trabajar tiempo adicional al establecido en el horario laboral: un adicto al trabajo invierte horas adicionales a las que se esperan y son necesarias, tanto así que otras personas lo notan.
  • Tener conflictos en las relaciones por la cantidad de tiempo dedicada al trabajo: estas personas tienen consecuencias en otros aspectos de su vida y a pesar de ello no pueden hacer cambios en sus hábitos de trabajo.
  • Utilizar el trabajo para compensar o evitar algo: puede ser, estar en un momento de mucho estrés, tener algún problema o la necesidad de probar la propia capacidad.
  • Tener problemas de salud a raíz del estrés del trabajo: es posible que un adicto al trabajo llegue a experimentar síntomas de estrés crónico, ya que su cuerpo está en un estado de activación constante.

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Adicción al trabajo, síntomas

Debido a que vivimos en una sociedad que se mueve a un ritmo vertiginoso y en la que se valora la productividad por encima de cualquier cosa, la adicción al trabajo se ha vuelto un problema común. Para contrarrestar su progreso es importante detectar esta condición mental a tiempo. Los siguientes son los principales síntomas que presenta un adicto al trabajo.

 

Prisa constante y ocupación continua

La adicción al trabajo implica sensaciones de urgencia permanente por hacer cosas, a menudo varias a la vez, y además una tendencia a descartar las actividades que no parecen “productivas”. Las personas que la padecen viven el descanso y el ocio como pérdidas de tiempo y procuran estar conectadas las 24 horas. En ocasiones intentan no trabajar y dedicarse a tareas diferentes, como por ejemplo leer, pero buscan leer materiales relacionados con su trabajo. Esto se debe a que como toda su vida gira en torno al aspecto profesional, no encuentran placer en otras actividades.

 

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Perfeccionismo excesivo

El nivel de exigencia, hacia los demás y hacia sí mismos, es muy alto en los adictos al trabajo. Esto los lleva a ser perfeccionistas y poco tolerantes a los errores. Por el mismo motivo, muchas veces estas personas tienen problemas para delegar el trabajo, pues el grado de presión que sufren les impide confiar en los demás. Todo esto se traduce en elevados niveles de estrés, volúmenes de trabajo enormes y problemas en las relaciones sociales.

 

Deterioro de las relaciones personales

Para los adictos al trabajo las relaciones con otras personas tienen cada vez menos importancia porque, como les ocurre con el descanso y el ocio, les parecen pérdidas de tiempo. Además, se vuelven impacientes e irritables. Si a esto se añade el estrés, el perfeccionismo y la prisa, el resultado lógico es que los vínculos con parejas, familiares y amigos se resientan y la vida social acabe siendo prácticamente nula.

 

Déficit de autoestima

Los adictos al trabajo muchas veces son egocéntricos, actúan como si el mundo girara alrededor de ellos y todos sus proyectos fueran un éxito. Sin embargo, detrás de esa actitud suele estar la falta de confianza en sí mismos. De acuerdo con Fernández-Montalvo y Echeburúa, “El sentimiento de baja autoestima les conduce ansiosamente a la obtención de logros, que consiguen aumentar, pero solo transitoriamente, los sentimientos de valía personal”.

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Descuido de la salud

La búsqueda de aprovechar al máximo el tiempo lleva a estas personas a desatender necesidades esenciales como dormir las horas adecuadas, realizarse controles y chequeos de forma periódica, etc. A estos factores perjudiciales para la salud se suman otros, a menudo derivados de las mismas malas prácticas y el estrés: tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, mala alimentación, sobrepeso u obesidad, hipertensión, entre otras. Todo esto da como resultado un cóctel explosivo, con riesgos de padecer, a edades tempranas, episodios coronarios o accidentes cerebrales.

 

Consecuencias de la adicción al trabajo

  • Insatisfacción con el trabajo.
  • Irritabilidad.
  • Estrés y ansiedad.
  • Síntomas depresivos.
  • Dolores físicos.
  • Problemas personales.
  • Dificultades para conciliar el sueño.
  • Desregulación de las emociones.
  • Mayor riesgo de abuso de sustancias.
  • Riesgo de sufrir burnout.

 

Tratamiento para la adicción al trabajo, síntomas

El primer paso para superar la adicción al trabajo es reconocer el problema. Una vez asimilado, es importante acudir a un especialista en adicciones que ayude a la persona a entender la raíz de la adicción y a desarrollar mecanismos y utilizar herramientas que le permitan superar el problema. Generalmente, el tratamiento más efectivo suele ser un seguimiento terapéutico para conocer los motivos que han llevado a la persona a centrar su vida en el entorno laboral, para de esta forma y, poco a poco, ir trabajando en sus creencias al respecto.

Hemos llegado al final de este importante artículo. Esperamos que esta información te sirva para evitar caer en la adicción al trabajo o para prestar ayuda y acompañamiento a cualquier persona de tu entorno que padezca esta enfermedad mental. Recuerda que el equilibro de la vida personal y el trabajo es la clave para la paz y la felicidad.

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