La actitud es la forma de comportamiento que se produce frente a diversas circunstancias. En muchas ocasiones, las actitudes muestran la personalidad de las personas y, de un cierto modo, es un reflejo de nuestras capacidades a la hora de enfrentarnos a un nuevo reto.
Tener actitudes positivas en el trabajo es el foco de atención para mejorar nuestro entorno laboral que deberían considerar la mayoría de trabajadores.
Aunque pueda sonar como un “tópico clásico”, tener una actitud positiva en el trabajo marca la diferencia. Actualmente, la buena actitud en el trabajo juega un papel fundamental a la hora de cubrir un puesto, pues en muchos casos es el detonante clave para tomar una decisión.
En algunas personas, la positividad es una virtud natural, mientras que otras necesitan prestar más atención para desarrollarla y, de alguna forma, deshacerse de la negatividad. La buena noticia es que la actitud es, al fin y al cabo, una elección voluntaria. Depende expresamente de cada uno de nosotros y, como muchas cosas en la vida, es cuestión de trabajarla.
Cuando nos relacionamos con los demás, transmitimos sentimientos tanto positivos como negativos, que los demás perciben, aunque no nos demos cuenta. En el entorno laboral, estas sensaciones son determinantes no solo para la consecución de objetivos sino también para el logro de estos.
Las conductas negativas establecen barreras y limitaciones que dificultan el desarrollo profesional, mientras que la buena actitud en el trabajo nos inspira tanto a nosotros como a los demás a la superación diaria.
A menudo surge la duda sobre si actitud y aptitud son dos términos que pueden funcionar como sinónimos y lo cierto es que no.
Las aptitudes hacen referencia a aquellas habilidades que forman parte de nosotros, es decir, que son innatas, aunque ello no quiere decir que no se puedan trabajar y, por tanto, mejorar. En el mundo laboral son conocidas como “soft skills”.
Mientras que las actitudes laborales hacen referencia al cómo reaccionamos frente a las diferentes situaciones que puedan surgir en el trabajo. Este tipo de atributos son cada vez más valorados por las empresas cuando están considerando contratar.
Aunque hablamos de terminología diferente, debemos ser conscientes que ambos términos están muy relacionados. Son tan importante las actitudes positivas en el trabajo como las aptitudes positivas, ya que es necesario ser capaz de complementar las cualificaciones con las actitudes. Como bien decía el gran Aristóteles, “en el punto medio está la virtud”.
¿Cómo puedo trabajar mi actitud positiva en el trabajo? Aquí dejamos 10 consejos cruciales para mejorar nuestro comportamiento y hacer crecer la seguridad en nosotros mismos.
Un ejemplo claro donde la seguridad es clave del triunfo es el caso de los autónomos. Ser autónomo significa arriesgar y en muchas ocasiones lanzarse a un vacío incierto. No hay mucho donde agarrarse, es por ello que la seguridad juega un papel fundamental. Aquí te dejamos un artículo que profundiza en este “drama” ¿Qué pasa si soy autónomo y no facturo nada?
Ser autónomo conlleva muchas incertidumbres; la presión constante, el aumento de la competencia o la inestabilidad laboral, entre otras. En cambio, con una actitud positiva en el trabajo, se puede tener muchas ventajas de trabajar por cuenta propia, que superan de lejos las desventajas.
Ventajas de trabajar por cuenta propia:
La posibilidad de conciliar la vida laboral y profesional es una característica muy demandada hoy día. Además, el control de los horarios permite una mayor organización.
La aparición de nuevas profesiones que se llevan a cabo de forma independiente y que son cada vez más valoradas por las empresas; consultores, especializados en e-commerce, o especialista en seguridad web.
Puede que, al pensar en trabajar por cuenta ajena, se nos venga a la mente la idea de la soledad y sedentarismo. Pero la realidad es que cada vez más se desarrolla el coworking, es decir, la combinación de tareas y la interacción con otros profesionales del sector.
¿La explicación? Las empresas pueden obtener servicios más especializados de forma más rápida y sin tener que pensar en el largo plazo. Si te gustaría contratar un autónomo, te dejamos un artículo en el cual te hablo más profundamente sobre ello.
Los procesos de selección de puesto de trabajo suelen realizarse bajo varios criterios. Por una parte, los criterios objetivos como títulos, formación o experiencia, y, por otra parte, los criterios subjetivos como la capacidad de trabajo, el compañerismo o la empatía.
Estas últimas están relacionadas con las aptitudes y las actitudes positivas en el trabajo.
Las actitudes y aptitudes se toman en cuenta a la hora de decidir por el candidato, ya que en muchos casos, los criterios objetivos que reúnen son prácticamente los mismos.
El candidato elegido será, el que, teniendo el mismo curriculum, demuestre aptitudes y actitudes positivas en el trabajo, como capacidad analítica, comunicativa y que sea resolutivo, entre otras muchas.
Trabajar las actitudes positivas es esencial para cualquier situación en el día a día, no solo a nivel profesional.
En conclusión, por muy difícil que nos pueda parecer la situación o las adversidades, el poder de la mente es inagotable. El primer paso es creer que es posible lo que queremos y entonces visualizarlo como algo real. La sociedad debe disfrutar el recorrido (que en la mayoría de casos es lo que nos da el aprendizaje) y no solo el destino deseado. ¡A tener y crear actitudes positivas en el trabajo!
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